Varios estudios recientes de la OCU (Organización de consumidores y usuarios), han lanzado luz sobre un tema de creciente interés entre la población, y más concretamente entre los usuarios habituales de cosméticos.
La sabiduría popular, a veces con más acierto y otras con menos, se ha hecho eco del hecho de que algunos cosméticos de marcas de grandes superficies o de bajo precio, pueden ser igual de buenos que otros de marcas de renombre.
El hecho es que en estos estudios a los que nos referimos, se analizan grupos amplios de muestras de productos similares de diferentes marcas, y se hacen valoraciones objetivas en base a los resultados de los mismos.
Las conclusiones han creado gran revuelo dado que se han posicionado en los primeros puestos productos de bajo coste, por encima de otros de marcas mucho más conocidas y de un precio considerablemente superior.
Ha sido conocido el caso de una crema antiedad de una gran superficie, que ha multiplicado sus ventas después de la publicación de uno de estos estudios, que la posicionaban entre los primeros puestos en relación calidad-precio.
Esto nos indica que los consumidores, en general y también dentro del mundo de la cosmética, se están dando cuenta de que la calidad, no siempre va unida a un alto precio.
Esta tendencia de opinión, puede convertirse en aliada de aquellas empresas que están lanzando marcas cosméticas nuevas y que no cuentan con el respaldo publicitario, o que no tienen fácil alcanzar el conocimiento popular de las más grandes.
La clave podría estar en que para una gran marca un alto porcentaje del precio del producto, se va para pagar toda la infraestructura en publicidad, modelos, marketing, etc…, mientras que otras marcas que no cuentan con ese tipo de gastos, centran todo su presupuesto en hacer una buena formulación, y en el empleo de ingredientes de calidad. No queremos decir con esto que las grandes marcas no lo hagan, que muchas si lo hacen, pero a ese coste le tienen que sumar toda su inversión en publicidad, y así, finalmente la relación calidad-precio no es tan buena.
No quiere decir con esto que las marcas caras no sean buenas, hay de todo, como en botica, lo único que está claro es que parte replicasderelojesdelujo de lo que nos está costando ese producto, va destinado a pagar el anuncio que hemos visto en la tele, ayer por la noche en “prime time”, mientras que otras marcas, en eso, no se gastan nada.
Por ello, nuestro consejo como fabricantes de cosmética a terceros, es siempre apostar por una buena calidad de producto, y una formulación, dentro de lo que cada sector requiera, que esté siempre por encima de la media, ya que así, la parte de la calidad juega siempre a su favor, y es algo que les dará ventaja respecto a las grandes marcas, ya que podrán ofrecer productos iguales o mejores, pero más económicos. Y este puede ser el argumento definitivo que convenza a muchos consumidores que, como decimos, cada vez son más exigentes y buscan alta calidad, pero a precios razonables.
Os dejamos los enlaces a los dos estudios de la OCU que os hemos comentado: